Generalmente, con algunas excepciones, las cantidades son para cuatro personas.

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jueves, 18 de marzo de 2010

Filloas o "freixós" (crepes)

En Galicia es un plato típico de Carnaval, aunque se consumen todo el año. Se elaboran con caldo, leche o sangre, éstas últimas en tiempo de matanzas.

En la parte de Lugo se denominan filloas a las que se hacen con sangre y "freixós" a las que se utiliza leche en su elaboración, las que se preparan con caldo no son habituales en esta provincia.

Las filloas al igual que las orejas no pueden faltar como colofón de una buena laconada de carnaval.

La principal diferencia con los creps es que las filloas se hacen con distintos preparados ( dependiendo generalmente de la zona) lo más finas posibles y se comen tal cual salen de la sartén o añadiéndoles al degustarlas azúcar o miel. Sin embargo los creps se elaboran exclusivamente con leche, harina y huevos; por lo general son un poco más gruesos y se acostumbran a comer rellenos de una gran variedad de ingredientes, tanto dulces como salados.

Ingredientes:

1/2 litro de agua
1/2 litro de leche
3 huevos grandes o 4 medianos
Una pizca de sal
1 cucharada de aceite
400 grs. de harina
Un taco de tocino blanco pinchado en un tenedor

Ponemos todos los ingredientes en un bol y les pasamos la batidora hasta que quede un líquido sin grumos. Dejamos reposar un cuarto de hora.


Calentamos una sartén que sea bien antiadherente, frotamos el fondo con el trozo de tocino que tendremos pinchado en el tenedor y echamos un cacillo del preparado (amoado), extendiéndolo rápidamente por todo el fondo hasta cubrirlo. Dejamos a fuego no muy fuerte hasta que veamos que los bordes se despegan de la sartén, entonces la despegamos un poco con un cuchillo y la cogemos con las manos para darle la vuelta. Esperamos un minuto para que se haga por el otro lado y la retiramos a un plato.
Seguimos así hasta que acabemos el amoado.
Cada vez que vamos a hacer una filloa, untamos siempre antes la sartén con el tocino.

Si el líquido estuviese muy espeso lo aligeramos añadiendo leche o agua. Si por el contrario lo viésemos demasiado suelto añadiríamos más harina.

Las podemos tomar frías o calientes, así tal cual están o rociadas de azúcar o miel.
También las podemos rellenar de cualquier crema dulce como postre.

Igualmente les ponemos cualquier relleno salado de nuestra preferencia, las cubrimos de una bechamel ligera y las llevamos al horno hasta que estén gratinadas y nos sirven de primer plato.

Estas filloas son de leche pero también podemos hacerlas de caldo, en ese caso sustituimos la leche y el agua por un litro de caldo que habremos hecho con algunos huesos salados y carnes (espinazo, costilla, panceta, ternera, lacón...), y suprimimos la sal y el aceite, que ya el caldo tiene sal y grasa.
Después de dejarlo enfriar lo mezclamos con los huevos y la harina y procedemos igual que con las de leche.
Hay unas sartenes especiales para filloas que podemos utilizar en caso de que la tengamos, si no es así una sartén normal nos hace el mismo servicio.







 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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